La bulimia es un trastorno alimentario de causa psicológica que se caracteriza por una avidez incontrolable de comida; las víctimas de esta actividad compulsiva suelen alternar periodos de voracidad con provocación deliberada del vómito.
Los bulímicos por lo común tienen peso y estatura normales y no parecen estar enfermos, pero sienten un temor permanente a la comida y a no poder controlar su hábito.
La bulimia afecta a personas de ambos sexos y de todas las edades, si bien predomina en mujeres de entre 20 y 30 años. Se ha calculado que el 45% de los bulímicos terminan padeciendo anorexia, pues este trastorno a veces es consecuencia de someterse a una dieta rigurosa o de querer tener una figura envidiable.
Es desde luego una enfermedad grave que puede dar origen a diversas anomalías físicas y mentales como presión arterial baja, trastornos menstruales, tensión muscular, ansiedad y depresión. El uso frecuente de laxantes y vomitivos puede provocar enfermedades renales, trastornos urinarios, deshidratación y mala circulación sanguínea. En los casos extremos puede haber muerte por indigestión.
Advertencia: no se recomienda recurrir a alguna forma de terapia natural si se tienen síntomas de bulimia y sin consultar a un médico previamente al respecto.
Algunas medidas para vencer la bulimia
• Comer bien, a horas fijas y procurar sentarse a la mesa en compañía de otras personas para no desmandarse.
• Planear las actividades del día para permanecer todo el tiempo ocupado; el aburrimiento y la soledad pueden incitar a comer demasiado.
• Tratar de expresar a los demás los sentimientos íntimos; contener la ira y la frustración a menudo impulsa a comer para desahogarse.
• Darse un gusto de vez en cuando; comer ocasionalmente un chocolate o unas papas fritas no hace daño y sirve para no codiciar los alimentos “prohibidos” (los que hacen subir de peso).
• No guardar en la alacena ni en el refrigerador “tentaciones” que contengan muchas calorías, como pastelillos, dulces y helados.
• No tomar laxantes ni provocarse el vómito después de una comilona ocasional; dichos fármacos pueden provocar dependencia y dañar la salud.
• No comer tentempiés entre los alimentos, pues a menudo se empieza con poco y se termina atiborrándose de comida.
Lo que los terapeutas aconsejan
Naturopatía
• Autoayuda. Es conveniente aumentar el consumo de alimentos crudos y de jugos y verduras frescas, así como evitar el uso de laxantes pues éstos pueden deshidratar el cuerpo y hacer que pierda minerales.
• Consulta. Se prescribirá una dieta especial al paciente y tal vez complementos vitamínicos y remineralizantes; además, le aconsejará hacer ejercicio (de preferencia al aire libre) y le dirá cómo mitigar el estrés. Su labor puede ser complementada por la de un psicoterapeuta.
Remedios de Bach
Se suele prescribir manzana silvestre para combatir el temor a engordar y la ansiedad por la apariencia física; brezo si la persona es egoísta y necesita mucho afecto; Scleranthus para contrarrestar la inestabilidad anímica; pino para anular los remordimientos; álamo temblón para vencer la aprehensión, y acebo para suprimir sentimientos negativos como celos, odio e impulsos vengativos.
Psicoterapia
Es común someter al paciente a sesiones de Terapia Conductista y de Terapia Cognoscitiva para eliminar la causa de la bulimia, que puede ser una imagen deteriorada de sí mismo, miedo al fracaso y problemas familiares o personales.
Para ayudar a una persona bulímica a aceptar las cualidades y defectos de su cuerpo también puede recurrirse a la terapia por medio de la Danza, el Yoga, el Tai Chi y la terapia Bioenergética.
El punto de vista ortodoxo
Los médicos concuerdan en que comer compulsivamente y luego tomar laxantes o vomitivos puede provocar graves daños en el organismo. Si se desea perder peso o tener una figura más esbelta, ellos aconsejan someterse a una dieta controlada, y si hay problemas emocionales de por medio, consultar a un psicólogo o psicoterapeuta.
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